viernes, 8 de junio de 2007

Trabajo Práctico para 2º MA

Realizar el siguiente cuestionario en un informe que se enviará al correo del profesor (gaston.veas@gmail.com) a más tardar el día viernes 15 de junio. El informe es coeficiente 1 y debe incluir imágenes, introducción y conclusión.
Preguntas:
1.- Las motivaciones de la conquista.
a) Realizar una tabla que resuma el interés en la empresa, las expectativas de beneficios por alcanzar y los recursos aportados por los "conquistadores" y por la "corona".
b) ¿Qué coincidencias es posible establecer entre las motivaciones y recursos de los conquistadores y de la corona?
c) ¿Qué conflictos era presumible que se desataran entre los conquistadores y la corona a raíz del descubrimiento y conquista de nuevos territorios?
2.- La empresa de conquista española: ¿qué derechos y beneficios tenía el conquistador y que obligaciones debía cumplir?
3.- Realiza una pequeña investigación. Elige cualquiera de los siguientes temas:
  • Acciones del conquistador español en relación al indígena.
  • Acciones de los reyes de España en América.
  • Acciones de los indígenas en relación a la conquista.
  • Efectos económicos y sociales de la conquista en el mundo indígena.
  • Actitud de la Iglesia Católica en relación al indígena.

Nota: si no has presentado el informe de la película "1492: la conquista del paraíso", tienes plazo hasta el viernes 15 de junio para hacerlo. Si no viste la película debes conseguirla. Puedes enviar el informe al e-mail o presentarlo escrito.

lunes, 7 de mayo de 2007

Documento para prueba coef. 1 sobre Historia de América.

El siguiente documento sirve para estudiar para la prueba del día viernes 11/05 para los 2º MA-2º MB y 2º MC.

INTRODUCCIÓN AL POBLAMIENTO DE AMÉRICA

Cuando los europeos de los siglos XV y XVI desembarcaron en América, encontraron pueblos que tenían una riquísima historia milenaria. Los nativos americanos, con diversos grados de desarrollo cultural, descendían de los verdaderos descubridores de este continente: los cazadores y recolectores nómadas que llegaron hace aproximadamente 20 mil años atrás.El almirante genovés Cristóbal Colón erróneamente los presentó como “indios” ante la corona española. Al comenzar el siglo XVI, Américo Vespucio informó que estas tierras eran un “Mundus Novus” para los europeos. En 1537 el Papa Paulo III dictaminó solemnemente que los nativos americanos eran seres humanos. En medio del terrible proceso de sometimiento de los pueblos indígenas, diversos personajes, principalmente teólogos del catolicismo, empezaron a especular sobre la procedencia de los primeros habitantes de América. Arias Montano en 1570 creía que América fue poblada por dos tataranietos del legendario personaje bíblico Noe. Gregorio García en 1607 trataba de demostrar que los indígenas americanos tenían su origen en antiguas inmigraciones judías. Otros autores creían que los fenicios hicieron viajes remotos, cruzaron el Océano Atlántico y poblaron América. Se especuló inclusive que fueron pobladores de la mítica Atlántida los que dieron origen a los antiguos habitantes americanos.
El primer estudioso en plantear una hipótesis razonable fue el cronista español José de Acosta En 1590, en su obra “Historia Natural y Moral de Indias”, Acosta conjeturó que América fue poblada por inmigrantes que llegaron desde Asia aprovechando alguna región donde ambos continentes se acercaban por el norte. Cuando aún no se descubría el estrecho de Bering, el cronista escribió: “Mas al fin, en lo que me resumo es que el continuarse la tierra de Indias con esas otras del mundo, a lo menos estar muy cercanas, ha sido la más principal y más verdadera razón de poblarse las Indias; y tengo para mí que el Nuevo Orbe e indias Occidentales, no ha muchos millares de años que las habitan hombres, y que aquellos aportaron al Nuevo Mundo por haberse perdido de su tierra o por hallarse estrechos y necesitados de buscar nueva tierra, y que halándola, comenzaron poco a poco a poblarla, no teniendo más ley que un poco de luz natural, y cuando mucho algunas costumbres que les quedaron de su patria primera.” (1)Sin embargo, hasta el siglo XIX tenían mucha difusión los planteamientos basados en los escritos bíblicos. Durante el Virreinato del Perú un teólogo erudito llamado Antonio de León Pinelo propuso formalmente que el Edén bíblico o “paraíso terrenal” se ubicó en plena selva peruana y que desde ahí los descendientes de Adán y Eva poblaron el resto del mundo. Recién con la difusión de la obras del naturalista Charles Darwin, en la segunda mitad del siglo XIX, se dio un nuevo impulso a las investigaciones, esta vez teniendo como base los postulados evolucionistas y los estudios geológicos, paleontológicos y arqueológicos. A fines del siglo XIX se llegó a plantear que América fue la Cuna de la Humanidad, hipótesis desacreditada por los científicos defensores de las teorías inmigracionistas, que sostienen que América fue poblada por oleadas provenientes de otras regiones del planeta.

LAS TEORÍAS CLÁSICAS SOBRE EL POBLAMIENTO AMERICANO

En 1884 el paleontólogo argentino Florentino Ameghino sorprendió a la comunidad científica de la época al anunciar que había descubierto en las Pampas Argentinas, restos óseos de remotos antepasados de la especie humana. Su planteamiento autoctonista fue finalmente desechado, después de candentes polémicas, en base a nuevas y rigurosas investigaciones. Sabemos ahora que son las teorías inmigracionistas las que nos acercan a la verdadera historia del poblamiento inicial de este continente. Los más renombrados estudiosos del tema durante el siglo pasado fueron: el checo-estadounidense Alex Hrdlicka, el francés Paul Rivet y el portugués Mendes Correa. Estos científicos son verdaderos clásicos de la antropología americana que, sin embargo, discreparon en varios aspectos de los orígenes del hombre americano.
Alex Hrdlička sostuvo que el ser humano había ingresado a América por Alaska proveniente de Siberia (Asia), cruzando el Estrecho de Bering. La teoría está desarrollada en La cuestión de hombre antiguo en América (The Question of Ancient Man in America) publicada en 1937. Hrdlička comparó las características morfológicas de los indígenas norteamericanos, sobre todo los alutiiq, y los mongoles modernos y concluyó que aquellos descendían de estos y que por lo tanto debían haber llegado a América, cruzando el Estrecho de Bering, en un pasado no muy remoto. En estas investigaciones Hrdlička desenterró sin permiso miles de cadáveres en Larsen Bay, una aldea alutiiq, que generó una grave protesta de la comunidad. En 1991 el Instituto Smithsoniano devolvió a la comunidad alutiiq los cadáveres ilegalmente exhumados por Hrdlička Algunas publicaciones le atribuyen erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más moderna, de que el hombre cruzó caminando por una zona llamada Puente de Beringia, formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del Estrecho de Bering, durante el último período glacial. Si bien Hrdlička nunca se pronunció expresamente sobre la fecha de llegada del hombre al continente americano, rechazó sistemáticamente las pruebas que proponían la existencia de paleoindios y sostenía que, a diferencia de Europa, no existían rastros en América que permitieran hablar de presencia humana durante el Pleistoceno (1,8 millones de años a.C. - 10.000 años a.C en tiempos de la última glaciación. De hecho Hrdlicka consentía la creencia del Instituto Smithsoniano, representada por William Henry Holmes, que considerada que los indígenas habían emigrado a América en un pasado reciente, imprecisamente estimada en unos pocos siglos.Hrdlička dedicó gran parte de su vida a desacreditar la seriedad científica de las investigaciones que sostenían una presencia antigua del ser humano en América. Hrdlička conoció también los descubrimientos en Folsom y Clovis que revolucionarían los conocimientos sobre la prehistoria de América y probarían la presencia humana en el nuevo continente desde al menos el año 11.500 a.C. Sin embargo se mostró escéptico sobre su significado histórico y evitó pronunciarse expresamente al respecto.

Paul Rivet, para quien la población indígena americana es el resultado de cierto número de migraciones, unas por el estrecho de Bering y otras a través del Océano Pacífico Rivet tomó como base para su teoría, datos de múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc), datos culturales y lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y oceánicos, con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos. Refutó la tesis monoracial de Hrdlicka, postulando varias corrientes migratorias aparte de la asiática-mongoloide. Sostiene que también poblaron América los melanésicos y polinésicos a través de rutas transpacíficas, inclusive reconoce una inmigración australiana. Por ello la teoría de Paul Rivet es llamada “`poliracial”. La Melanesia es una región insular de Oceanía conformada por islas como Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nuevas Hébridas y Fiji Sus habitantes son de raza negra y tienen fama de ser buenos navegantes. Según Rivet, a comienzos del Holoceno, los melanésicos cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para luego dispersarse a otras regiones del continente americano. Sus principales argumentos son:
1. Antropológicos: semejanza ósea y sanguínea entre los melanesios y los hombres de Lagoa-Santa, antiguos cazadores que habitaron Brasil unos 6000 a.n.e.
2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.4. Lingüísticos: semejanza entre vocablos melanésicos con la de los indios Hoka de Norteamérica. Habitantes de los archipiélagos polinésicos , los maorís, habrían cruzado el Pacífico aprovechando sus excelentes técnicas de navegación, para llegar por las costas occidentales de Sudamérica। Aunque estos viajes habrían sido muy recientes –desde el primer milenio de la era cristiana- dejaron importantes huellas de su presencia en las culturas de este continente. Rivet sustentó la llegada de los polinésicos al descubrir una serie de semejanzas con las culturas andinas:Semejanzas lingüísticas: palabras maorís semejantes al quechua de Perú: kumara (camote), uno (agua), pucara (fortaleza), etc.Semejanzas culturales: uso común de la pachamanca, la taqlla o palo cavador, cultivos, dioses y leyendas.
Mendes Correa fue el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártida. Según el antropólogo lusitano, los australianos utilizaron sencillas balsas para llegar a Tasmania, las islas Auckland y la Antártida. Este gélido continente pudo ser atravesado cuando gozaba de un “óptimun climáticus” (periodo de clima óptimo), unos 5 000 años a.C., durante el Holoceno. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, arribaron al Cabo de Hornos en la Tierra del Fuego y, más tarde, poblaron la Patagonia.El antropólogo Paul Rivet en apoyo de esta teoría escribió: “ Esta hipótesis no es nada inverosímil. Sabemos que ha habido en el continente antártico períodos de extensión glaciar mayor que en nuestros días. Existieron pues períodos glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, y no es imposible que, después del último máximo de extensión, se produjera un período de regresión glaciar, correspondiente al óptimo post-glaciar, como en Europa y en América del Norte. Esta regresión podría haber dejado una faja libre de hielos en la costa antártica, análoga a la existente en Groenlandia, permitiendo así establecimientos humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar esa sazón hacia unos 6000 años antes de nuestros días.” (5)El antropólogo portugués estudió en la década de 1920, a los nativos de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel, chozas en forma de colmena y el uso del boomerang. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.


Civilizaciones pre-colombinas americanas.

1. La civilización maya se extendió por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras. entre los siglos III y XV.Los mayas no constituían un estado unificado, sino que se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre si que controlaban un territorio más o menos amplio. Tampoco hablaban una única lengua.

Cultura: Arte. Arquitectura. Las construcciones mayas se hicieron de madera y piedra básicamente. Entre las maderas se prefirieron la coba y el zapote, por ser muy resistentes a los ataques de las termitas. Entre las piedras se usaron caliza, arenisca, mármol, etc. Realizaron todo tipo de construcciones: palacios rectangulares y alargados, templos, juegos de pelota, calzadas (sacbeob) que unían las ciudades principales, fortificaciones, baños de vapor (temazcal). Se conservan importantes pirámides escalonadas en piedra. En lo alto de éstas se colocaba el templo. Estaban decoradas con pinturas de una variada gama de colores, y relieves. Algunos de estos son inscripciones de la escritura jeroglífica maya, aun no descifrada completamente. Las construcciones más importantes de esta época fueron Copán, Quiriguá, Piedras Negras, Palenque y Tikal.
Cultura: Escritura. Los mayas desarrollaron el sistema de escritura más completo de todos los pueblos indígenas americanos. Con él escribieron todo tipo de textos: de medicina, de botánica, de historia, de matemáticas, de astronomía... Se conservan, además de las inscripciones, algunos códices:
· El Códice de Dresde: escrito en el siglo XIII.Contiene un tratado de adivinación y de astronomía.
· El Códice de París: posiblemente del siglo XIII. Contiene profecías y adivinaciones.
· El Códice de Madrid: Contiene horóscopos y almanaques.
· El Códice Grolier: Muy mal conservado. Contiene un calendario completo.
Cultura: Ciencias: Calendario. Astronomía. Desarrollaron un calendario muy preciso, con un año de 365 días. El año solar (haab) tenía 18 meses de 20 días cada uno y otro más de sólo cinco días. Los nombres de los meses eran: Pop, Uo, Zip, Zotz, Tzec, Xul, Yaxkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Moan, Pax, Kayab, Cumbu y Uayeb.
Cultura: Ciencias: Matemáticas. Utilizaban un sistema de numeración vigesimal posicional. También tenían un signo para representar el cero, y así poder realizar operaciones matemáticas complejas. El punto tiene un valor numérico de 1 y la raya de 5. Así podían contar hasta 19. Para hacer números mayores (igual que nosotros para hacer números mayores de 9) tenían que colocar esos signos en determinadas posiciones. Al ser un sistema vigesimal, o sea, que considera el 20 como unidad básica para la cuenta, cada espacio que se avanza en el número representa 20 veces más que el espacio anterior. Esto se entiende mejor si lo comparamos con el sistema que usamos nosotros. El nuestro es un sistema decimal, o sea, que nuestra únidad básica de cuenta es el 10. Tenemos, por tanto, signos numéricos para contar del hasta 9. Si queremos contar más allá necesitamos jugar con las posiciones y colocar al menos dos signos numéricos, uno en primera posición y otro en segunda. La primera posición son las unidades y la segunda, como es un sistema decimal, representa 10 veces más que la primera, esto es las decenas.
Sociedad. La elite social la constituían los sacerdotes y los nobles, que residían en la ciudad (que era también el centro religioso). Los campesinos vivían en las zonas rurales cercanas a la ciudad.La base de la economía era la agricultura y frecuentemente se desbrozaban trozos de selva para realizar nuevos cultivos. Los principales fueron el maíz, el algodón y el cacao.Este último tuvo tanta importancia que llegó a ser utilizado como moneda.Existía la esclavitud. Se supone que esos esclavos serían la mano de obra para la construcción de las pirámides colosales, pero ayudados por los campesinos. También debieron existir grupos de artesanos especializados.
Vida cotidiana. El principal espectáculo de los mayas era un juego de pelota, parecido al fúlbol. Según algunos investigadores, los jugadores eran los prisioneros de guerra y se decapitaba a los que perdían. Pero en realidad era más que un simple juego. Era un ceremonial religioso que representaba el paso de los astros y el sol (representado por la pelota), que es fuente de vida.
Cultura: Creencias y pensamiento. Los mayas creían que antes de existir nuestro mundo habían existido otros, pero que estos habían sido destruidos por diferentes catástrofes.El universo tenía tres partes: el cielo, la tierra y el inframundo. El cielo tenía 13 capas (la última de ellas en contacto con la tierra) y cada una gobernada por uno de los Oxalahuntikú. El dios Itzamná, a quien se representaba con forma de reptil o iguana, regía el Cielo en su conjunto. El inframundo estaba debajo de la tierra, y estaba dividido en 9 capas. Cada una de estas capas era gobernada por uno de los Bolontiku o Señores de la Noche. Había además otros dioses que actuaban sobre las cosas cotidianas: el maíz, la miel, los mercados, etc.
2.- En la zona geográfica que corresponde a la mitad sur del México actual, se desarrolló una gran actividad cultural desde unos 2000 años a. C. En esta región habitaron diversos pueblos, algunos de los cuales nos han dejado muestra de su floreciente cultura, como es el caso de los restos arqueológicos de la ciudad de Teotihuacán, ya deshabitada cuando llegaron los españoles. En la meseta central mexicana desde finales del siglo VII hasta mediados del siglo XII, se desarrolló la cultura tolteca que llegó a fusionarse con la maya en su expansión hasta el Yucatán. En este marco geográfico, más concretamente en las orillas e islas del lago Texcoco, se desarrolló la civilización azteca, una de las civilizaciones mejor conocida de la América precolombina y la unidad política más importante de toda Mesoamérica cuando llegaron los españoles. Los aztecas son herederos de la tradición cultural de los toltecas, que sirven de nexo entre la cultura azteca y la maya.
Los aztecas, que se hacían llamar a sí mismos «mexicas», llegaron del norte y se asentaron en la cuenca del Texcoco a mediados del siglo XII, fundando su capital, Tenochtitlán, en 1325 . La palabra «azteca» tiene su origen en una legendaria tierra del norte llamada «Aztlán». Según cuenta la leyenda, los aztecas abandonaron esta mítica Aztlán, por orden de los dioses y debían instalarse allí donde encontrasen un águila devorando a una serpiente.
El azteca fue un pueblo que, mediante alianzas militares con otros grupos y poblaciones conoció una rápida expansión y dominó el área central y sur del actual México entre los siglos XIV y XVI, si bien es cierto que en un primer momento tras su llegada, tuvo que enfrentarse a otros pueblos ya asentados en la zona. Tras la muerte de Moctezuma II en el 1520, se puso de manifiesto la debilidad de este gran imperio, derivada de aquella rápida expansión: no podían controlar aquel vasto territorio; las divisiones internas entre provincias y las tensiones y ambiciones independentistas de algunos pueblos, facilitó a los españoles, dirigidos por Hernán Cortés, la conquista de este gran imperio, que culminó en 1521.
Los aztecas se asentaron sobre un rico espacio lacustre que les ofrecía grandes pasibilidades para el desarrollo de la agricultura, la pesca y el comercio. La economía azteca fue principalmente agrícola (cultivo de maíz y frijoles), destacando la técnica conocida como «chinampas», dentro de la cual se diferenciaba la de tierra firme de la de pantano. Con esta técnica, se explotaba el suelo cenagoso permanentemente fértil y húmedo y se obtenía una productividad muy elevada. Esta agricultura intensiva se combinaba con la ganadería, la caza y la pesca en el lago, y un importante comercio, a corta y a larga distancia. Con respecto al sistema de tenencia y explotación de la tierra, el pueblo azteca desarrolló una estructura compleja en la cual se podía distinguir la tierra asignada a los llamados «calpulli» (las unidades básicas de organización de la sociedad azteca), que a su vez realizaban el reparto entre las familias de no privilegiados; por otro lado, las tierras de los elementos privilegiados de la sociedad, trabajadas por braceros y esclavos. Otro grupo lo integraban las tierras destinadas a fines públicos: mantenimiento de la administración, del templo, del gobernante y del ejército. Un concepto muy interesante, tanto desde el punto de vista económico, como desde el punto de vista político, fue el «tributo», pagado a los aztecas por los pueblos sometidos a su dominio. Al no conocer la moneda, este tributo era pagado, por así decirlo, en especie y servía para abastecer a la capital azteca de productos básicos, materias primas y manofacturas. Por otro lado, este tributo formaba parte de la redistribución de bienes, ya que parte de dicho tributo era destinado al mantenimiento de la administración, otra parte revertía en los elementos privilegiados de la sociedad y cierta cantidad se reservaba para su almacenamiento.
La estructura de la sociedad mexica está caracterizada por su complejidad, recordando, hasta cierto punto, a la estructura feudal que en aquellos momentos se conocía en el Viejo Mundo. Para empezar, la primera separación hacia referencia a la condición de privilegiados, o «pipiltzin»Q, (no tenían que pagar tributo y acapararon tierras y cargos) y no privilegiados, o «macehualtín» (tenían que pagar tributos). Dentro de l primer grupo, se podían diferenciar varios subgrupos y a la cabeza de ellos se encontraba el supremo gobernante azteca: «Huey Tlatoani», cuya residencia estaba en Tenochtitlán. Al servicio de este gobernante se hallaba una élite de pipiltzin directamente vinculada con él. Al mando de las ciudades se encontraban los llamados «tlatoani». Finalmente estaban los pipiltzin de menor categoría. Los «macehualtín» eran organizados en calpulli. Pero no todos los no privilegiados quedaron ordenados en estas unidades, por ejemplo los comerciantes de larga distancia, llamados «pochteca» que, sin ser privilegiados, contaron con estatutos particulares, cultos propios y espacios diferenciados de residencia o los «mayeque» o braceros. El escalón más inferior en la sociedad azteca lo ocupaban los esclavos.
También la estructura política ofrece una complejidad propia de una administración evolucionada, en la que, sin embargo, perviven elementos de la antigua sociedad nómada (calpulli con el calpullec al mando). Al frente del gobierno estaba el emperador azteca, el «Huey Tlatoani», el último de los cuales fue Moctezuma. También sabemos de la existencia de consejos, como el llamado «Consejo de los Cuatro», formado por destacados pipiltzin encargados de elegir al sucesor, y otra serie de consejos especializados. La unidad política del área del lago Texcoco se consolidó tras la alianza de los tres grandes reinos: Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopán que dominaban amplias zonas y de los que dependían otros núcleos menores.
La complejidad y la riqueza en la estructura política, social y económica de la civilización azteca, fue acompañada de un espléndido desarrollo cultural. En concreto, la concepción mesiánica que tenían los aztecas de sí mismos y su concepción cíclica del tiempo, marcaron la vida cultural y religiosa de este pueblo, así como su vida diaria y su concepción cosmogónica.
3. Desde aproximadamente 1450 a 1530, la costa occidental de América del Sur prosperó bajo un enorme imperio Inca. A su altura, se podía comparar a los Inca con la antigua sociedad romana.
Los éxitos de los Inca (sus carreteras, su gobierno y su sistema de cuentas) les ayudaron a dominar una zona enorme de América del Sur. Construyeron caminos entre el reino de Ecuador hasta la frontera sur de Argentina y Chile, creando un extenso sistema de comunicación. A lo largo de cada camino había mensajeros o "chasquis" para llevar mensajes de un lado al otro con una eficiencia impresionante. La red de caminos contribuyó al gran éxito de los Inca, simplificando los esfuerzos del gobierno de controlar el imperio.
El gobierno era muy organizado y eficiente. Aunque los Inca no tenían un sistema de escritura, tenían un complejo método de cuentas y archivo llamado "quipu." El quipu era un sistema para grabar datos usando cordones con nudos. Los nudos indicaban las unidades de diez, cien, miles y diez de miles. Los cordones sueltos se sujetaban para que colgaran de un cordón más grueso (como una franja) para grabar datos como la cosecha y la capacidad de almacenamiento. Los quipus eran muy complicados y eran manejados por quipucamayocs o un contador. Para ver la diferencia entre los nudos y su significado, quipucamayocs usaban diferentes medidas y colores. Por ejemplo, un cordón amarillo significaba oro, uno blanco: plata y uno rojo: soldados.
Al igual que muchas otras culturas, la historia de los Incas se basaba en una historia de la creación. El comienzo de los Inca empezó con el dios de creación, Tici Viracocha, quien salió del Lago Titicaca. La gente que habitaba los alrededores había ofendido al gran dios, así que él destruyó a los habitantes y los convirtió en piedra. Después de esto, Viracocha creó el sol, la luna y nuevas formas de vida humana para distribuir a diferentes sitios a lo largo de la costa occidental de América del Sur.
Algunas de estas nuevas formas de vida se dirigieron a Cuzco, más tarde conocida como la ciudad grandiosa de los Inca. Desde el Lago Titicaca, Manco Capac se dirigió hacia Cuzco por cuevas subterraneas. Finalmente, llegó con sus hermanos y todas sus esposas/hermanas a la cueva Pacariqtamba en el Valle de Cuzco. Después de derrotar a sus tres hermanos, los que se convirtieron en piedra después de la muerte, y después de llevarse a las esposas de los hermanos, Manco Capac se convirtió en el primer gobernador de los Inca. De él, descendieron todos los gobernadores de los Inca.
Los Inca no solo eran expertos esculpiendo piedras, sino también desarrollaron un sistema de riego para conquistar las dificultades ambientales que les enfrentaron. Los Andes, una región de laderas empinadas y tierra inadecuada para la agricultura, posaron un reto a los Inca. Para conquistar estas condiciones difíciles, los Inca hicieron unas terrazas a lo largo de las montañas. Para regar sus cosechas, cambiaron la ruta de los ríos para proveer canales para las terrazas. Esta innovación fue tan exitosa que muchas de aquellas terrazas todavía existen y están en uso hoy.
La dedicación mostrada hacia la albañilería de piedras también se ve en la escultura Inca. Moldearon y tallaron en gran escala, produciendo edificios como el sagrado Templo del Sol en Cuzco, pero también realizaron muchas obras más pequeñas. En la época de la conquista, los archivistas describieron las extraordinarias estatuas y esculturas hechas de oro y plata, pero desafortunadamente pocas existen hoy porque los españoles las fundieron. Solo hay algunas figuritas todavía, y muchas de estas fueron enterradas junto a los muertos como ofrendas o usadas en ceremonias religiosas como esta llama. De plata o de oro, estas figuras solían ser vestidas completamente, casi cubriendo totalmente el metal precioso. Tanto como sus creencias en las piedras, los Incas creían que el uso de metales era un factor muy importante.
El tejido era otro arte con mucho significado para los Inca. Semejante a su gobierno, los tejidos eran muy bien organizados. Usando diseños geométricos y colores brillantes como decoración, los tejidos valían mucho. Además, el comercio se basaba en el intercambio de tejidos. Algunos de los tejidos tenían marcado ciertos eventos, los cuales se podía interpretar como una forma de escritura.
Aunque el imperio Inca era grande y avanzado, floreció solo por un corto plazo. Empezando alrededor de 1450, duró menos que un siglo. En 1532, Francisco Pizarro y sus hombres llegaron de Panamá durante una época de inquietud civil para los Inca. Huayna Capac, el gobernante de aquellos tiempos, se había muerto y había dejado su reino a uno de sus hijos, Huascar. Enfurecido, el otro hijo de Capac, Atahualpa, derrotó y asesinó a su hermano.
Aprovechando la debilidad de una cultura en guerra civil, Pizarro atacó y mató a Atahualpa, significando el fin del imperio Inca. Después, fundió todo el oro de los Inca.
La cultura Inca era muy sofisticada pero la mayoría de la información sobre ellos fue perdida durante la época de la conquista. Los archivistas españoles, quienes nos proveyeron con información de tipo testigo, generalmente observaban a los Inca con un prejuicio europeo y derrotaron muchas de sus ciudades decoradas. Por eso, hoy hay poca evidencia de una cultura que era magnífica. Hoy día, los arqueólogos trabajan para revelar algunos de los misterios enterrados para adelantar nuestro conocimiento de los Inca.

domingo, 1 de abril de 2007

1º documento: Teorías de poblamiento americano

INTRODUCCIÓN AL POBLAMIENTO DE AMÉRICA

Cuando los europeos de los siglos XV y XVI desembarcaron en América, encontraron pueblos que tenían una riquísima historia milenaria. Los nativos americanos, con diversos grados de desarrollo cultural, descendían de los verdaderos descubridores de este continente: los cazadores y recolectores nómadas que llegaron hace aproximadamente 20 mil años atrás.El almirante genovés Cristóbal Colón erróneamente los presentó como “indios” ante la corona española. Al comenzar el siglo XVI, Américo Vespucio informó que estas tierras eran un “Mundus Novus” para los europeos. En 1537 el Papa Paulo III dictaminó solemnemente que los nativos americanos eran seres humanos. En medio del terrible proceso de sometimiento de los pueblos indígenas, diversos personajes, principalmente teólogos del catolicismo, empezaron a especular sobre la procedencia de los primeros habitantes de América. Arias Montano en 1570 creía que América fue poblada por dos tataranietos del legendario personaje bíblico Noe. Gregorio García en 1607 trataba de demostrar que los indígenas americanos tenían su origen en antiguas inmigraciones judías. Otros autores creían que los fenicios hicieron viajes remotos, cruzaron el Océano Atlántico y poblaron América. Se especuló inclusive que fueron pobladores de la mítica Atlántida los que dieron origen a los antiguos habitantes americanos.
El primer estudioso en plantear una hipótesis razonable fue el cronista español José de Acosta। En 1590, en su obra “Historia Natural y Moral de Indias”, Acosta conjeturó que América fue poblada por inmigrantes que llegaron desde Asia aprovechando alguna región donde ambos continentes se acercaban por el norte. Cuando aún no se descubría el estrecho de Bering, el cronista escribió: “Mas al fin, en lo que me resumo es que el continuarse la tierra de Indias con esas otras del mundo, a lo menos estar muy cercanas, ha sido la más principal y más verdadera razón de poblarse las Indias; y tengo para mí que el Nuevo Orbe e indias Occidentales, no ha muchos millares de años que las habitan hombres, y que aquellos aportaron al Nuevo Mundo por haberse perdido de su tierra o por hallarse estrechos y necesitados de buscar nueva tierra, y que halándola, comenzaron poco a poco a poblarla, no teniendo más ley que un poco de luz natural, y cuando mucho algunas costumbres que les quedaron de su patria primera.” (1)Sin embargo, hasta el siglo XIX tenían mucha difusión los planteamientos basados en los escritos bíblicos. Durante el Virreinato del Perú un teólogo erudito llamado Antonio de León Pinelo propuso formalmente que el Edén bíblico o “paraíso terrenal” se ubicó en plena selva peruana y que desde ahí los descendientes de Adán y Eva poblaron el resto del mundo. Recién con la difusión de la obras del naturalista Charles Darwin, en la segunda mitad del siglo XIX, se dio un nuevo impulso a las investigaciones, esta vez teniendo como base los postulados evolucionistas y los estudios geológicos, paleontológicos y arqueológicos. A fines del siglo XIX se llegó a plantear que América fue la Cuna de la Humanidad, hipótesis desacreditada por los científicos defensores de las teorías inmigracionistas, que sostienen que América fue poblada por oleadas provenientes de otras regiones del planeta.
LAS TEORÍAS CLÁSICAS SOBRE EL POBLAMIENTO AMERICANO

En 1884 el paleontólogo argentino Florentino Ameghino sorprendió a la comunidad científica de la época al anunciar que había descubierto en las Pampas Argentinas, restos óseos de remotos antepasados de la especie humana. Su planteamiento autoctonista fue finalmente desechado, después de candentes polémicas, en base a nuevas y rigurosas investigaciones.
Sabemos ahora que son las teorías inmigracionistas las que nos acercan a la verdadera historia del poblamiento inicial de este continente. Los más renombrados estudiosos del tema durante el siglo pasado fueron: el checo-estadounidense Alex Hrdlicka, el francés Paul Rivet y el portugués Mendes Correa. Estos científicos son verdaderos clásicos de la antropología americana que, sin embargo, discreparon en varios aspectos de los orígenes del hombre americano.



  • Alex Hrdlička sostuvo que el ser humano había ingresado a América por Alaska proveniente de Siberia (Asia), cruzando el Estrecho de Bering. La teoría está desarrollada en La cuestión de hombre antiguo en América (The Question of Ancient Man in America) publicada en 1937.
    Hrdlička comparó las características morfológicas de los indígenas norteamericanos, sobre todo los
    alutiiq, y los mongoles modernos y concluyó que aquellos descendían de estos y que por lo tanto debían haber llegado a América, cruzando el Estrecho de Bering, en un pasado no muy remoto. En estas investigaciones Hrdlička desenterró sin permiso miles de cadáveres en Larsen Bay, una aldea alutiiq, que generó una grave protesta de la comunidad. En 1991 el Instituto Smithsoniano devolvió a la comunidad alutiiq los cadáveres ilegalmente exhumados por Hrdlička
    Algunas publicaciones le atribuyen erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más moderna, de que el hombre cruzó caminando por una zona llamada
    Puente de Beringia, formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del Estrecho de Bering, durante el último período glacial.
    Si bien Hrdlička nunca se pronunció expresamente sobre la fecha de llegada del hombre al continente americano, rechazó sistemáticamente las pruebas que proponían la existencia de
    paleoindios y sostenía que, a diferencia de Europa, no existían rastros en América que permitieran hablar de presencia humana durante el Pleistoceno (1,8 millones de años adP - 10.000 años adP), en tiempos de la última glaciación. De hecho Hrdlicka consentía la creencia del Instituto Smithsoniano, representada por William Henry Holmes, que considerada que los indígenas habían emigrado a América en un pasado reciente, imprecisamente estimada en unos pocos siglos.
    Hrdlička dedicó gran parte de su vida a desacreditar la seriedad científica de las investigaciones que sostenían una presencia antigua del ser humano en América.
    Hrdlička conoció también los descubrimientos en
    Folsom y Clovis que revolucionarían los conocimientos sobre la prehistoria de América y probarían la presencia humana en el nuevo continente desde al menos el año 11.500 adP. Sin embargo se mostró escéptico sobre su significado histórico y evitó pronunciarse expresamente al respecto।


  • Paul Rivet, para quien la población indígena americana es el resultado de cierto número de migraciones, unas por el estrecho de Bering y otras a través del Océano Pacífico।Rivet tomó como base para su teoría, datos de múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc।), datos culturales y lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y oceánicos, con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos।Refutó la tesis monoracial de Hrdlicka, postulando varias corrientes migratorias aparte de la asiática-mongoloide. Sostiene que también poblaron América los melanésicos y polinésicos a través de rutas transpacíficas, inclusive reconoce una inmigración australiana. Por ello la teoría de Paul Rivet es llamada “`poliracial”. La Melanesia es una región insular de Oceanía conformada por islas como Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nuevas Hébridas y Fiji। Sus habitantes son de raza negra y tienen fama de ser buenos navegantes. Según Rivet, a comienzos del Holoceno, los melanésicos cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para luego dispersarse a otras regiones del continente americano. Sus principales argumentos son:1. Antropológicos: semejanza ósea y sanguínea entre los melanesios y los hombres de Lagoa-Santa, antiguos cazadores que habitaron Brasil unos 6000 a.n.e.2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.4. Lingüísticos: semejanza entre vocablos melanésicos con la de los indios Hoka de Norteamérica. Habitantes de los archipiélagos polinésicos , los maorís, habrían cruzado el Pacífico aprovechando sus excelentes técnicas de navegación, para llegar por las costas occidentales de Sudamérica। Aunque estos viajes habrían sido muy recientes –desde el primer milenio de la era cristiana- dejaron importantes huellas de su presencia en las culturas de este continente. Rivet sustentó la llegada de los polinésicos al descubrir una serie de semejanzas con las culturas andinas:Semejanzas lingüísticas: palabras maorís semejantes al quechua de Perú: kumara (camote), uno (agua), pucara (fortaleza), etc.Semejanzas culturales: uso común de la pachamanca, la taqlla o palo cavador, cultivos, dioses y leyendas.


  • Mendes Correa fue el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártida. Según el antropólogo lusitano, los australianos utilizaron sencillas balsas para llegar a Tasmania, las islas Auckland y la Antártida. Este gélido continente pudo ser atravesado cuando gozaba de un “óptimun climáticus” (periodo de clima óptimo), unos 5 000 años a.C., durante el Holoceno. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, arribaron al Cabo de Hornos en la Tierra del Fuego y, más tarde, poblaron la Patagonia.El antropólogo Paul Rivet en apoyo de esta teoría escribió: “ Esta hipótesis no es nada inverosímil. Sabemos que ha habido en el continente antártico períodos de extensión glaciar mayor que en nuestros días. Existieron pues períodos glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, y no es imposible que, después del último máximo de extensión, se produjera un período de regresión glaciar, correspondiente al óptimo post-glaciar, como en Europa y en América del Norte. Esta regresión podría haber dejado una faja libre de hielos en la costa antártica, análoga a la existente en Groenlandia, permitiendo así establecimientos humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar esa sazón hacia unos 6000 años antes de nuestros días.” (5)El antropólogo portugués estudió en la década de 1920, a los nativos de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel, chozas en forma de colmena y el uso del boomerang. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.